Resumen

El hermano de Isabel ha desaparecido. Un día, alguien se pone en contacto con ella y le dice que está vivo. A partir de entonces, la vida de Isabel cambiará por completo......

jueves, 27 de septiembre de 2012

Capítulo 42 - Escribiendo recuerdos.

- María me ha contado todo, incluído lo que nos concierne a ambos. Me contó que le pegué al chico al que ella disparó en aquel lugar, solo por celos de que estuviese contigo; también dijo que después te escribí una larga carta disculpándome y diciéndote todo lo que sentía por ti, diciéndote que te quería.  Dijo que tú también me quería, que te sonrojabas cuando nuestras miradas se cruzaban, que te celaste cuando yo quedé con una tal Andrea, con la que María cree que quedé justo para darte celos; y que en aquel sitio horrible lo único que te preocupaba, por encima de tu seguridad incluso, era cómo me encontraba yo.
Paró de hablar y miró al suelo, para después mirar a la luna, haciendo que sus ojos verdes como el césped que teníamos a nuestros pies brillasen más que nunca. Estuvimos así cerca de un minuto, él mirando a la luna y yo mirándole a él. Finalmente, se puso en pie y mirándome a los ojos siguió hablando.
- Yo no recuerdo nada de eso, pero sí sé que cuando estoy cerca de ti mi pulso se acelera y siento un hormigueo en el estómago que me sube por la garganta y que al llegar a ella se transforma en cosas bonitas sobre ti. Y sé que lo que teníamos hace apenas una semana era algo especial, y que me gustaría que en los nuevos recuerdos que vaya adquiriendo aparezcas tú a mi lado, queriéndome. Te gustaría? - dijo tendiéndome una mano. Tomé su mano, y él tiró de mí para ayudarme a subir y a la vez me acercó a él, y sellamos nuestro para siempre con un beso.

FIN


-----
Habrá prólogo, pequeñas grullas :)

lunes, 24 de septiembre de 2012

Capítulo 41 - Y ahora, qué?

Si la tarde anterior había sido difícil, esa mañana estaba siendo desesperante. Los chicos aún tenía periodos de lucidez en los que recordaban todo, pero esto duraba cada vez menos.
María se encerró con ellos toda la tarde y les contó toda la historia, con cada uno de los escabrosos detalles, pero también con los numerosos momentos felices. Mientras tanto, yo vagaba sin rumbo por la casa, recordando también toda la historia y poniendo en orden mis ideas. Pensé en los niños, en Marcos; en el principio de la historia, cuando la supuesta prima de Marcos, Andrea, y su coqueteo con Lucas era uno de mis mayores problemas...; Lucas, sobre todo pensé en Lucas, en qué era yo ahora para él y que era él para mí. Yo le seguía queriendo, pero él había dejado de hacerlo por motivos que se escapaban a su voluntad, así que lo mejor era dejarle libre, que se construyese una nueva vida junto a alguien que no le recordase a cada momento todo lo que había perdido. Debía olvidarle, y para eso, tendría que irme de esa casa. Irme para siempre.
Ya entrada la noche, los tres salieron, y María me sugirió hablar con Lucas, pero me negué. No me veía capaz de soportarlo. Nos reunimos silenciosos en la cocina, teóricamente para hablar de qué haríamos a continuación. Decidí que cuanto antes comunicase mis deseos mejor:
- Yo me voy. Ya no pinto nada aquí, mi hermano ha aparecido y nadie nos perseguirá por un tiempo.
- Isabel-dijo María-, sabes que ésta siempre será tu familia, y que puedes quedarte con nosotros el tiempo que quieras.
- Lo sé, pero lo mejor es que vuelva con nuestros padres, no saben nada de nosotros desde hace bastante tiempo; se lo merecen.
Mi hermano me miraba fijamente cada vez que hablaba, pero no opinaba. Lucas, sin embargo, miraba a un punto fijo con el ceño fruncido, como dándole vueltas a algo en su cabeza.
- Visto así, te entiendo. -respondió María usando su tono más maternal.- Os llevaremos a casa mañana por la mañana; y todo volverá a la normalidad.
- María, nuestra vida nunca será normal. - y dicho ésto, me fui a mi dormitorio.
Releeí varias veces su carta (v. cap. 30), y me dormí con ella entre las manos y lágrimas en los ojos. No quería dejarle atrás.
Me despertó un suave zarandeo en mi hombro izquierdo. Miré el reloj, las 4:33am.
- Isa, ¿podemos hablar un momento?-susurró Lucas.
- Claro.
Me pusé una chaqueta y bajamos. Serví cacao para ambos y salimos a sentarnos al jardín trasero. No hizo falta encender ninguna luz, ya que la luna llena bañaba cada rincón del lugar. Una vez que nos acomodamos, tomó la palabra.

sábado, 11 de agosto de 2012

Capítulo 40 - Despertando de una pesadilla

Lucas se quedó quieto, con la mirada paseándose entre en bulto que éramos Marcos y yo en el suelo y el charco de sangre que rodeaba a los niños. Tan pronto como sus ojos se cruzaron con los míos, reconocí ese vacío que encerraban, porque ya lo había visto en otra persona a la que quería.
- ¿Quién es Lucas?- preguntó a María con un hilo de voz.
Sentí como todo mi ser se quebraba.
- ¿Qué pasa muñeca, creías que él estaba intacto y que pasaríais toda la vida juntos? Jajajaja - soltó Marcos entre risotadas.
María le arrebató la pistola a un irreconocible Lucas y disparó. En algún sitio leí que los tiros en la cara reflejan auténtico desprecio, odio absoluto y un intento por borrar todo rastro de humanidad en la víctima, y acaba de descubrir que era verdad.
No pude hacer más que llorar, por las muertes, por el miedo y el alivio, y sobre todo porque las dos personas a las que más quería ni siquiera me recordaban. Ellos, mientras tanto, observan boquiabiertos la escena, haciendo caso omiso de una María tan deshecha como yo que intentaba que confiasen en ella después de que la viesen disparar. Al ver que no daba, me levanté cabizbaja y en silencio y, cuando los tenía enfrente los miré a los ojos y les dije:
- ¿Veis esos niños? Son vuestros hermanos y ese ca***n los ha matado, al igual que a vuestra hermana. Si queréis quedaos aquí a esperar el mismo final. - y dicho esto, me di media vuelta y me fui, oyendo las alarmas y los pasos rápidos que venían en nuestra busca.

La vuelta a casa fue larga, ya que tardamos dos horas en definir la dirección correcta. Fuimos todos en silencio, intentando asimilar lo que había pasado en los últimos días, que no había sido un mal sueño pero sí una pesadilla que debíamos intentar olvidar, aunque sabíamos que no podríamos.

Siento haber tardado tanto y que éste sea tan cortito, pero no estoy para nada inspirada. Mañana, si puedo, otro! Un beso grullas de papel ^^

jueves, 21 de junio de 2012

Capítulo 39 - Pistola

Al principio no fue demasiado difícil burlar la seguridad, pero cuando se percataron de nuestro intento de huida y las alarmas empezaron a sonar creímos que estaba todo perdido, pero aún así seguimos adelante, por los niños, por nuestro bien, porque ya no había vuelta atrás.
Tuvimos que enfrentarnos a varios gorilas a los que increíblemente vencimos, y la puerta ya estaba justo delante de nosotros, a unos metros, cuando...
PAM! PAM!
Dos disparos limpios, dos cuerpos al suelo; dos cuerpecitos inocentes. Dos niños que aún no había practicamente vivido. Adrián y Paula yacían a ambos lados de mí. Chillé histérica y Daniel me miró fijamente, estaba claro que ya no recordaba nada de mí. Lucas se mantuvo en un segundo plano, como descorcertado mientras María corría hacia los niños.
- Ves muñeca, yo también sé matar.- dijo Marcos con la pistola aún en la mano y un a sonrisa de lado.
-¡La diferencia es que yo mato a matones delincuentes y tu a niños inocentes!- le grité, aún en shock.
- Detalles, detalles... Para que veas que no soy un monstruo no voy a hacer distinciones, todos vais a tener el mismo final.
Y nos apuntó de uno en uno haciendo un cómico y ácido ¡pam! con la boca.
- Chao guapa, nos vemos en el infierno.
En lugar de asustarme y suplicar clemencia me armé de valor y decidí que si iba a morir, por lo menos moriría luchando por los míos, así que me abalancé sobre él a fin de quitarle la pistola y conseguí agarrarle un brazo. Forcejeamos por el arma hasta que finalmente apretó el gatillo. Caí de espaldas hacia un lado, Marcos hacia otro y la pistola hacia un tercero. Lucas cogió el arma. Sentía un dolor inmenso en el brazo, y al echar la mano descubrí que sí había resultado herida.
- ¡Lucas, dispárale!- grité con todas mis fuerzas.

viernes, 15 de junio de 2012

Capítulo 38 - El despertar

El problema era... ¿Cómo hacerlo?
Corrí hacia la camilla de mi hermano, y le di golpecitos hasta que recobró la consciencia. Al fin y al cabo, no me había resultado tan difícil.
- ¿Y tú que eres, otra de esas putas con bata?- dijo mi hermano tan pronto como abrió los ojos y me vio. Empecé a llorar, no podía hacer otra cosa. Mi hermano..., después de todo lo que había pasado hasta reencontrarme con él y ahora...nada, no me reconocía.
- No, soy... tu hermana.- susurré, y me dirigí hacia la camilla de Lucas mientras mi hermano intentaba sentarse. Hice lo mismo con él.
- Lucas por favor dime que sí que sabes quién soy porque si no.., si tú tampoco..., yo... - dije de corrido.
- Isa? Isa, tranquila, no te entendí nada, despacito.
- Oh, gracias a Dios.- y le besé, y sonreí mientras lo hacía.
- ¿Estás llorando y riendo? - dijo mientras al igual que Daniel recuperaba totalmente la consciencia.
Desperté a los demás y cuando ya estuvieron repuestos les conté lo que me había dicho Marcos, y pregunté por qué mi hermano y los niños no me recordaban. María, como siempre en su papel de "madre", tomó la palabra.
-Verás..., hay una parte que no te ha dicho. Cuando nos extraen ese componente..., perdemos la memoria. Por eso no colaboramos con ellos. Al principio no se nota, pero a partir de las 24 horas se van perdiendo recuerdos y pocas horas más tarde ya no queda nada. A Dani y a los niños ya se lo ha extraído pero parece que nosotros nos hemos librado.
- Entiendo...- dije- Está bien, tenemos que salir de aquí.
- Eheheh, un momento, yo no me voy con vosotros a ningún sitio. - dijo mi hermano.
- Dani tío, vamos, haz un esfuerzo, los recuerdos aún siguen ahí..., hazlo por Elena.
- Elena..., Elena...Elena! Isabel! Yo...-dijo hacia mí- lo siento, siento lo que te dije.-dijo bajando la cabeza. Nos abrazamos con todas nuestras fuerzas.- En realidad no sé quién eres, sólo recuerdo lo mucho que os quería a ambas, aunque de maneras diferentes.
- Está bien, por el momento bastará.- dijo María.- Vámonos, yo llevo a los niños.
Salimos de esa habitación todo lo silenciosamente que puede salir un grupo de seis personas con dos niños.


domingo, 10 de junio de 2012

Capítulo 37 - La huida I

Estaba nerviosa, muy nerviosa. Sabía que sólo tendría una oportunidad, y que si fallaba estaría condenando a todos los que quería a morir en ese agujero. Era un plan muy clásico, pero me pareció el más seguro.
Cuando vinieron a traerme la cena, me escondí a un lado de la puerta, así que tan pronto como George se asomó para buscarme le di un puñetazo en la nariz. Aprovechando su aturdimiento, se di una patada en los genitales, y cayó dolorido al suelo. No me lo podía creer, uno de los hombres que me habían causado tanto dolor en el último año estaba allí, tumbado, retorciéndose a mis pies.
- ¿Y ahora qué muñeca, me vas a matar?- gimió en un susurro.
De repente, toda la ira acumulada corrió por mis venas y ardió en mis ojos y, sin pesarlo, le agarré por el pelo y, aprovechando que estaba bocabajo, estampé su cabeza contra el blanco suelo de hormigón con todas mis fuerzas, tiñéndolo así de rojo. Acto seguido, salí corriendo silenciosamente de la habitación, sin pararme a comprobar si seguía con vida, aunque confiaba en que no.
Gracias a mi reciente excursión, sabía cómo localizar a Lucas, pero no a mi hermano ni a los niños. Decidí empezar por él.
Temblando por el miedo, llegué a la puerta de la habitación de Lucas. Abríla puerta un palmo, y pude ver dentro a dos mujeres con bata a ambos lados de una camilla. Entré y me escondí tras la primera de las camas. No me hizo falta echarlas, ya que justo en ese momento alguien debió encontrar el cuerpo que yo misma había derribado y llamó a las dos mujeres por un altavoz que había en una esquina superior. Ya a solas, me puse en pie y examiné las camillas. Todos se encontraban allí, incluso mi hermano. Ahora, sólo tenía que despertarlos.

viernes, 1 de junio de 2012

Capítulo 36 - Energía

Una vez más desde que había llegado a ese lugar, los minutos parecían horas. Y, por si la espera no fuese suficientemente angustiante y desesperante, sentía la mirada de George clavada en mí todo momento. Notaba cómo se clavaba en mi nuca excepto un momento que me recorrió de arriba abajo.
Una hora de reloj más tarde volvió Marcos y retomamos la conversación.
- Una pena lo de la pelirroja, pero qué le vamos a hacer..., para ganar hay que dar algo a cambio no?
No lo podía creer..., "la pelirroja" solo podía ser Elena. Ella, que me había ayudado en mi relación con Lucas, que tanto quería a mi hermano, que se había convertido en una hermana mayor para mí... ahora estaba muerta.
Me faltaba el aire, o el que yo respiraba estaba escaso de oxígeno, pero no podía perder la oportunidad, así que tras una sarta de improperios e insultos que no voy a reproducir aquí:
- ¡Ya está bien! ¿Me vas a contar de una vez qué tiene de especial su sangre?
- Uff siempre fuiste una impaciente Isa, nunca disfrutas el momento. Está bien: es uno de los componentes lo que la hace especial. A través de ese componente nosotros obtenemos grandes cantidades de energía. Y ellos no pierden nada, solo sienten un pinchacito y ya,. siguen con su vida.
- No me lo creo, tiene que haber algo más... No podéis haber montado todo esto sólo por la energía.
- Si el petróleo y el carbón escasean, y el único sustituto cuya materia prima es gratuita y además tiene el precio más alto en el mercado solo lo puedes obtener de esta manera, sí que montas todo esto. Y ahora si me disculpas, tengo cosas que hacer; George te acompañará a tu celda.
Ya allí, medité lo que me había dicho Marcos y me planteé si sería verdad, al fin y al cabo, no tenía motivos para fiarme de él.
Tras horas dándole vueltas a la cabeza, decidí que tenía que escapar de allí, antes de que muriesen más de los míos. Y ya sabía exactamente cómo hacerlo...

-------
Perdón por la baja calidad, pero no he podido concentrarme al 100% por diversas interrupciones :S

Muchiiiiiiiiisimas gracias a Saioa de detras-de-ti.tumblr.com por leer y publicitar la historia. Pasaos por su blog porque es, sencillamente, GENIAL (además, así veis lo guapísima que es mi amiga vasca :D)
Y decirle a Sofía que siento si le ha desilusionado que no sean vampiros.
Por si alguien no lo recuerda, Elena era la chica adolescente que vivía en la casa.
Gracias por leer; mis grullas de papel ^^

martes, 29 de mayo de 2012

Capítulo 35 - Un disparo

- ¿Por qué, preguntas? - dijo Marcos a mi espalda.- Pues por el mismo motivo por el que se hacen la mayoría de las cosas, por eso que mueve el mundo, por eso que todos desean... por dinero.
- ¿Por dinero? ¿Quién os paga para que mateis a Lucas, y a otras personas inocentes?
- ¿Quién habló de matar? Te montas unas películas tú sola... ¿Qué clase de persona crees que soy?
- De las más rastreras!- y le escupí, y volvería a hacerlo.
-Gracias por el piropo cariño-dijo mirando su zapato impregnado de mi saliva-, a cambio te diré que tu amiguito no está muerto, solo inconsciente. Y que nosotros no matamos a nadie.
- Entonces, ¿qué les hacéis?
- No me parece el lugar más indicado para abrirte mi mundo, preciosa. Ven, y lo sabrás todo. -me tendió la mano, pero yo me quedé agachada junto a Lucas.- Tranquila, tu noviete no despertará hasta dentro de un buen rato.
A regañadientes, le seguí por el estrecho pasillo." Por lo menos esta vez voy libre, y no con un gorila sujetándome cada brazo", pensé. Nos paramos frente a una de las puertas, y Marcos me hizo un gesto para que entrase. Era una especie de despacho dividido en dos zonas: en una había un escritorio negro con su silla, más dos para invitados (podía haber invitados allí? después me lo plantearía); en la otra, un juego de dos sillones dispuestos a ambos lados de una mesita de cristal. Toda la estancia estaba exquisitamente decorada, con cuadro y figuras de gran valor. Nos sentamos cada uno en un sofá.
- Empieza, quiero saberlo todo. - dije clavando mi mirada en él.
- ¿No quieres tomar nada? ¿Un refresco, un cafecito? Ok, veo que no... Te lo resumiré: lo único que nos interesa de tus amiguitos es su sangre.
- ¿Su sangre? ¿Qué tiene de especial?
- Oh, es maravilloso, extraordinario, fantástico! El mayor hallazgo de toda la Historia. Esa sangre contiene un...
- Jefe! - irrumpió el gorila canoso en la sala.- Ha sucedido algo, las dos mujeres han despertado de golpe y estáan agrediendo fuertemente a nuestros hombres para intentar escapar, y una de ellas lo ha conseguido, así que hemos tenido que dispararle.
Sentí como que me rompía por dentro para a continuación quedarme vacía, de manera que cada una de las palabras resonaba en mí.
- ¿Habíais extraído ya todo? - preguntó Marcos.
- Sí, señor.
- Está bien, voy contigo. Isa cariño, al final tenías tú razón, soy rastrero y un asesino. George-dijo al gorila- quédate vigilándola.

viernes, 11 de mayo de 2012

Capítulo 34 - Inerte

¿Cuánto tiempo llevaba allí? ¿Horas? Tenía que contar con que había estado sedada, así que... ¿Un día? ¿Más? Uf, aquello era desesperante. La simpleza de aquellas cuatro paredes blancas me daba pie a imaginar mil y una teorías y posibilidades. ¿Qué buscaban esas personas? ¿Por qué nosotros; bueno, ellos? ¿Qué tenía que ver mi hermano en todo esto? Argh!!  De repente, la puerta se abrió.
-Vamos cariño, te voy a llevar a dar una vuelta.- dijo Marcos con su tono más arrogante.
-¿Yo, contigo? No doy ni tres pasos.- contesté poniéndome de pie.
- Oh, mira la bipolar! ¡chicos!
Y entraron a la habitación dos corpulentos hombres que me sujetaron con fuerza por los brazos y me llevaron en bolandas por el pasillo, precedidos por Marcos. Pese a retorcerme y patalear, lo único que conseguí es que agarrasen con más fuerza y que agilizásemos el paso. Finalmente, nos paramos frente a una puerta negra.
-¿Preparada para conocer el secreto? Jajajajaja - dijo Marcos poniendo voz de villano.
Entramos, y lo que allí vi me dejó sin palabras.
Noté cómo el alma se me caía a los pies.
Era una estancia blanca con fluorescentes; hospitalaria. Había varias camillas alineadas en dos de las paredes, pero sólo una estaba ocupada, y Lucas era el ocupante. Estaba tumbado, inmóvil, con un brazo colgando hacia  afuera de la camilla y la cabeza caída de lado. Los "gorilas" me soltaron y me eché a correr hacia él.
Tomé su rostro entre mis manos y vi que tenía los ojos abiertos, pero inertes. No podía estar...; no, me negaba a creer eso.
-Lucas, Lucas escúchame soy yo, Isabel. ¡Por favor respóndeme! - dije entre lágrimas. Pero no obtuve respuesta.
-Es inútil monada. - y Marcos acompañó sus palabras de una gran risotada. - ¿Irónico no? Él se lo olió desde el principio y sin embargo es el primero en...
-¡CÁLLATE! ¡DÉJAME EN PAZ! ¿Por...por qué?

------
Lo sé, lo sé, no estoy avanzando nada; pero entendedme, esto está llegando a su final y me da penita echarle la llave a una parte tan importante de mi vida.... :(
Super-capítulo 35!! ;)


viernes, 4 de mayo de 2012

Capítulo 33 - Sola con mis dudas

-¡¡Contéstame!! - chillé iracunda.
- Si yo estuviese en tu situación me preocuparía por mi propia seguridad.- dijo, y soltó una risotada.
-Esa es una de la muchas diferencias entre tú y yo Marcos, tu egoísmo.
-Jajajaja, ¿ayer era el amor de tu vida y hoy soy un egoísta? Jajajaja, como cambias de opinión...
Las lágrimas corrían por mis mejillas. La mezcla de mis propios sentimientos me tenía en un estado de confusión. Ira, miedo, desorientación, frustración, rabia, tristeza, morriña...La situación me superaba: me senté en el suelo y enterré la cara en mis rodillas.
- Bueno, te dejo a solas con tus pensamientos.- dijo abriendo la puerta y dando un paso hacia fuera.- ¡Oh! Mira quién viene por aquí...
Levanté la cabeza, y vi a quién jamás pensé que volvería a ver.
- ¡¡DANIEL!!- me abalancé hacia la puerta, pero Marcos me impidió salir.
Mi hermano, al que creía muerto, pasaba a unos centímetros de mí y sin ni siquiera darse cuenta de mi presencia.
Pataleé y me retorcí con todas mis fuerzas, pero no tuve manera de que me soltase.
Aunque su cuerpo estaba allí, y era conducido a través del estrecho pasillo por un hombre alto, de espalda ancha y pelo canoso (en el que se entreveía por el cuello abierto de la camisa un extraño tatuaje que le debía cubrir todo el pecho), su mirada ausente reflejaba que el Daniel que yo conocía: alegre, chistoso, cariñoso, con ganas de vivir..., había desaparecido hacía tiempo.
-¡Daniel soy yo, Isa!
Y reaccionó. Durante una milésima de segundo, su mirada se posó en mí y la vida volvió a él, pero cuando su acompañante tiró de él, volvió a ser el ser inerte.
- Oh, que tierno momento. - rió Marcos. - Sólo falta Lucas para que esto sea de final de película.
- ¿Dónde está? ¿Qué le habéis hecho?
-Tranquila, tu novio está bien, pero es un poco gruñón y hemos tenido que sedarle para hacerle las pruebas.
- ¿Pruebas? ¿Por qué? ¿Qué queréis de él?
-Ah, ¿no lo sabes? Jajajaja, pronto lo sabrás, muy pronto.
Y me dejó allí encerrada, con la única compañía de mis dudas.



-------------
Me gustaría dedicar este capítulo número 33 a una de las mejores personas, amigas y lectoras que jamás he conocido, y siento haberme extendido tanto en la descripción del hombre que conducía a Daniel por los pasillos, pero es parte del homenaje. Te quiero Sofía. Nuestro número, tu capítulo :)

¿Qué os ha parecido? Sé que es un poco cutre y que no pasa casi nada, pero estoy algo cansada :S
Prometo un capítulo interesantísimo para la próxima! ^^

martes, 1 de mayo de 2012

Resumen de la historia

El hermano de Isabel desaparece, y ella decide empezar a investigar. A través del ordenador de su hermano descubre una casa misteriosa y un grupo de gente que jamás había visto entre los que se encuentra Lucas, un adolescente que despertará en ella sentimientos que iban dirigidos antes a Marcos, el chico perfecto de Isabel.
Pero hay personas que no quieren que la verdad salga a la luz, por lo que Isabel deberá escapar con sus nuevos amigos, dejando atrás todo lo que conocía. Se instalan en un pequeño pueblo. Días después de su llegada aparece allí Marcos, que no solo promete no decir nada del paradero de Isabel a sus padres sino que empieza a mostrar interés por ella; pero Lucas no confía en él, lo que le lleva a enfadarse con Isa, a la que quiere.
Temeroso de perderla y tras pegarle un puñetazo a Marcos a causa de los celos, Lucas se declara mediante una carta (v. cap. 30). Cuando ambos se dicen oficialmente que se quieren, aparecen los hombres que los persiguen y se los llevan junto con el resto de la familia.
Isabel despierta encerrada en un habitación, y descubre que las sospechas de Lucas eran ciertas.

---
Os parece interesante o no la sigo?
Espero vuestros comentarios mis grullas de papel ^^

Enfin :)

Había decidido abandonar este blog. Cada vez escribía con menos frecuencia, la historia iba perdiendo calidad (si es que algún día la tuvo), me costaba mucho encontrar inspiración... Y decidí que no os merecíais eso; ni la historia ni vosotros los lectores.
Pero cada vez que entro a blogger veo que esta historia sigue recibiendo visitas, e incluso que tiene algún nuevo seguidor...; así que me siento culpable por dejarla sin terminar, y quizás sea el momento de retomarla. No prometo una maravilla, pero sí constancia en las entradas. :)
Primero haré un resumen de todo lo acontecido para poneros a día (si es que esto no cae en saco roto), y el próximo día continuaré la trama.
Un beso mis grullas de papel ^^