Resumen

El hermano de Isabel ha desaparecido. Un día, alguien se pone en contacto con ella y le dice que está vivo. A partir de entonces, la vida de Isabel cambiará por completo......

jueves, 21 de junio de 2012

Capítulo 39 - Pistola

Al principio no fue demasiado difícil burlar la seguridad, pero cuando se percataron de nuestro intento de huida y las alarmas empezaron a sonar creímos que estaba todo perdido, pero aún así seguimos adelante, por los niños, por nuestro bien, porque ya no había vuelta atrás.
Tuvimos que enfrentarnos a varios gorilas a los que increíblemente vencimos, y la puerta ya estaba justo delante de nosotros, a unos metros, cuando...
PAM! PAM!
Dos disparos limpios, dos cuerpos al suelo; dos cuerpecitos inocentes. Dos niños que aún no había practicamente vivido. Adrián y Paula yacían a ambos lados de mí. Chillé histérica y Daniel me miró fijamente, estaba claro que ya no recordaba nada de mí. Lucas se mantuvo en un segundo plano, como descorcertado mientras María corría hacia los niños.
- Ves muñeca, yo también sé matar.- dijo Marcos con la pistola aún en la mano y un a sonrisa de lado.
-¡La diferencia es que yo mato a matones delincuentes y tu a niños inocentes!- le grité, aún en shock.
- Detalles, detalles... Para que veas que no soy un monstruo no voy a hacer distinciones, todos vais a tener el mismo final.
Y nos apuntó de uno en uno haciendo un cómico y ácido ¡pam! con la boca.
- Chao guapa, nos vemos en el infierno.
En lugar de asustarme y suplicar clemencia me armé de valor y decidí que si iba a morir, por lo menos moriría luchando por los míos, así que me abalancé sobre él a fin de quitarle la pistola y conseguí agarrarle un brazo. Forcejeamos por el arma hasta que finalmente apretó el gatillo. Caí de espaldas hacia un lado, Marcos hacia otro y la pistola hacia un tercero. Lucas cogió el arma. Sentía un dolor inmenso en el brazo, y al echar la mano descubrí que sí había resultado herida.
- ¡Lucas, dispárale!- grité con todas mis fuerzas.

viernes, 15 de junio de 2012

Capítulo 38 - El despertar

El problema era... ¿Cómo hacerlo?
Corrí hacia la camilla de mi hermano, y le di golpecitos hasta que recobró la consciencia. Al fin y al cabo, no me había resultado tan difícil.
- ¿Y tú que eres, otra de esas putas con bata?- dijo mi hermano tan pronto como abrió los ojos y me vio. Empecé a llorar, no podía hacer otra cosa. Mi hermano..., después de todo lo que había pasado hasta reencontrarme con él y ahora...nada, no me reconocía.
- No, soy... tu hermana.- susurré, y me dirigí hacia la camilla de Lucas mientras mi hermano intentaba sentarse. Hice lo mismo con él.
- Lucas por favor dime que sí que sabes quién soy porque si no.., si tú tampoco..., yo... - dije de corrido.
- Isa? Isa, tranquila, no te entendí nada, despacito.
- Oh, gracias a Dios.- y le besé, y sonreí mientras lo hacía.
- ¿Estás llorando y riendo? - dijo mientras al igual que Daniel recuperaba totalmente la consciencia.
Desperté a los demás y cuando ya estuvieron repuestos les conté lo que me había dicho Marcos, y pregunté por qué mi hermano y los niños no me recordaban. María, como siempre en su papel de "madre", tomó la palabra.
-Verás..., hay una parte que no te ha dicho. Cuando nos extraen ese componente..., perdemos la memoria. Por eso no colaboramos con ellos. Al principio no se nota, pero a partir de las 24 horas se van perdiendo recuerdos y pocas horas más tarde ya no queda nada. A Dani y a los niños ya se lo ha extraído pero parece que nosotros nos hemos librado.
- Entiendo...- dije- Está bien, tenemos que salir de aquí.
- Eheheh, un momento, yo no me voy con vosotros a ningún sitio. - dijo mi hermano.
- Dani tío, vamos, haz un esfuerzo, los recuerdos aún siguen ahí..., hazlo por Elena.
- Elena..., Elena...Elena! Isabel! Yo...-dijo hacia mí- lo siento, siento lo que te dije.-dijo bajando la cabeza. Nos abrazamos con todas nuestras fuerzas.- En realidad no sé quién eres, sólo recuerdo lo mucho que os quería a ambas, aunque de maneras diferentes.
- Está bien, por el momento bastará.- dijo María.- Vámonos, yo llevo a los niños.
Salimos de esa habitación todo lo silenciosamente que puede salir un grupo de seis personas con dos niños.


domingo, 10 de junio de 2012

Capítulo 37 - La huida I

Estaba nerviosa, muy nerviosa. Sabía que sólo tendría una oportunidad, y que si fallaba estaría condenando a todos los que quería a morir en ese agujero. Era un plan muy clásico, pero me pareció el más seguro.
Cuando vinieron a traerme la cena, me escondí a un lado de la puerta, así que tan pronto como George se asomó para buscarme le di un puñetazo en la nariz. Aprovechando su aturdimiento, se di una patada en los genitales, y cayó dolorido al suelo. No me lo podía creer, uno de los hombres que me habían causado tanto dolor en el último año estaba allí, tumbado, retorciéndose a mis pies.
- ¿Y ahora qué muñeca, me vas a matar?- gimió en un susurro.
De repente, toda la ira acumulada corrió por mis venas y ardió en mis ojos y, sin pesarlo, le agarré por el pelo y, aprovechando que estaba bocabajo, estampé su cabeza contra el blanco suelo de hormigón con todas mis fuerzas, tiñéndolo así de rojo. Acto seguido, salí corriendo silenciosamente de la habitación, sin pararme a comprobar si seguía con vida, aunque confiaba en que no.
Gracias a mi reciente excursión, sabía cómo localizar a Lucas, pero no a mi hermano ni a los niños. Decidí empezar por él.
Temblando por el miedo, llegué a la puerta de la habitación de Lucas. Abríla puerta un palmo, y pude ver dentro a dos mujeres con bata a ambos lados de una camilla. Entré y me escondí tras la primera de las camas. No me hizo falta echarlas, ya que justo en ese momento alguien debió encontrar el cuerpo que yo misma había derribado y llamó a las dos mujeres por un altavoz que había en una esquina superior. Ya a solas, me puse en pie y examiné las camillas. Todos se encontraban allí, incluso mi hermano. Ahora, sólo tenía que despertarlos.

viernes, 1 de junio de 2012

Capítulo 36 - Energía

Una vez más desde que había llegado a ese lugar, los minutos parecían horas. Y, por si la espera no fuese suficientemente angustiante y desesperante, sentía la mirada de George clavada en mí todo momento. Notaba cómo se clavaba en mi nuca excepto un momento que me recorrió de arriba abajo.
Una hora de reloj más tarde volvió Marcos y retomamos la conversación.
- Una pena lo de la pelirroja, pero qué le vamos a hacer..., para ganar hay que dar algo a cambio no?
No lo podía creer..., "la pelirroja" solo podía ser Elena. Ella, que me había ayudado en mi relación con Lucas, que tanto quería a mi hermano, que se había convertido en una hermana mayor para mí... ahora estaba muerta.
Me faltaba el aire, o el que yo respiraba estaba escaso de oxígeno, pero no podía perder la oportunidad, así que tras una sarta de improperios e insultos que no voy a reproducir aquí:
- ¡Ya está bien! ¿Me vas a contar de una vez qué tiene de especial su sangre?
- Uff siempre fuiste una impaciente Isa, nunca disfrutas el momento. Está bien: es uno de los componentes lo que la hace especial. A través de ese componente nosotros obtenemos grandes cantidades de energía. Y ellos no pierden nada, solo sienten un pinchacito y ya,. siguen con su vida.
- No me lo creo, tiene que haber algo más... No podéis haber montado todo esto sólo por la energía.
- Si el petróleo y el carbón escasean, y el único sustituto cuya materia prima es gratuita y además tiene el precio más alto en el mercado solo lo puedes obtener de esta manera, sí que montas todo esto. Y ahora si me disculpas, tengo cosas que hacer; George te acompañará a tu celda.
Ya allí, medité lo que me había dicho Marcos y me planteé si sería verdad, al fin y al cabo, no tenía motivos para fiarme de él.
Tras horas dándole vueltas a la cabeza, decidí que tenía que escapar de allí, antes de que muriesen más de los míos. Y ya sabía exactamente cómo hacerlo...

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Perdón por la baja calidad, pero no he podido concentrarme al 100% por diversas interrupciones :S

Muchiiiiiiiiisimas gracias a Saioa de detras-de-ti.tumblr.com por leer y publicitar la historia. Pasaos por su blog porque es, sencillamente, GENIAL (además, así veis lo guapísima que es mi amiga vasca :D)
Y decirle a Sofía que siento si le ha desilusionado que no sean vampiros.
Por si alguien no lo recuerda, Elena era la chica adolescente que vivía en la casa.
Gracias por leer; mis grullas de papel ^^