Llegué a casa y me fui directa a mi habitación. Habían pasado demasiadas cosas en un sólo día y no tenía ganas de contestar a preguntas como la que oí mientras subía las escaleras.
-¿Estás bien cielo?-me preguntó mi madre con esa voz comprensiva de madre.
-Sí, solo un poco cansada. Buenas noches, te quiero.
-Y yo a ti.
No pude dormir en toda la noche. Cada vez que cerraba los ojos, mi mente se llenaba de imágenes e ideas; todas relacionadas con aquella casa. ¿Qué o quién vivía allí? ¿Qué tenían que ver con mi hermano? ¿Cómo habían contactado?
Eran demasiadas preguntas sin respuesta; pero esperaba que pronto la tuviesen.
El sol ya se colaba por las rendijas de la persiana. Me levanté y arreglé a toda prisa. Escogí entre todas mis mochilas una azul celeste, con varios bolsillos. Metí en ella el móvil, un monedero con algo suelto, la hoja donde había anotado la dirección y las fotografías. No quería perder ni un momento. Salí corriendo dejando un ¡Chau! tras de mí.
Tras unos veinte minutos caminando y varios vistados a la hoja para cerciorarme de que iba por el camino correcto, llegué. Al fin. Sólo tenía que petar y esperar haber que pasaba. Y así lo hice.
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gracias lo estava esperando a ver si antes de k termine el finde tenemos el proximo capitulo
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