Resumen

El hermano de Isabel ha desaparecido. Un día, alguien se pone en contacto con ella y le dice que está vivo. A partir de entonces, la vida de Isabel cambiará por completo......

viernes, 10 de diciembre de 2010

Capítulo 10 - El principio

Entonces me tomó la mano.Y en ese instante fue como si el tiempo se parase, un escalofrío me invadió y en mi estómago empezaron a revolotear millones de mariposas. Me condujo escaleras arriba. Llegamos a un pasillo al que daban 4 puertas, que eran curiosamente cada una de un color. Primero fuimos hacia una verde cual hierba de un campo en verano. Petó creando una curiosa melodía: Pum-pumpumpum-pum!
--Pumpum!!- se oyó desde dentro.
Al entrar me quedé fascinada. Las paredes de la habitación estaban pintadas de rosa, pero paneladas de blanco hasta la altura de la cintura. En una esquina había dos literas de madera blanca, con un montón de peluches sobre la de arriba; también colocados que parecía que nadie la hubiese tocado durante días. Había también, bajo una gran ventana, un escritorio negro; y enfrente, una cadena musical y dos pufs a sus lados.
--¿Quién es esa?--preguntó una niña que estaba sentada en uno de los pufs, jugando con una consola. No llegaría a los 9 años; y era rubia, con los ojos del mismo color azul que María.
--Es una nueva amiga. Se llama Isabel y, desde ahora vivirá con nosotros.
--¿Quééé? Nooo! Yo...yo tengo casa...y padres...no puedo
--Lo sé.--me interrumpió--Recuerda que conozco a tu hermano. Pero ya no puedes irte. Seguramente saben ya donde vives.
--¿Saben? ¿Quiénes? ¿Qué está pasando? ¿Dónde está mi hermano?--según iba hablando, mi voz elevaba su tono y mi agitación aumentaba.
--Isabel, yo... no sé qué contarte...
--La verdad!!!--Ésto fue más una súplica que un grito.
--Sabrás todo lo que necesites y puedas asimilar. Seguramente no obtendrás las respuestas que necesitas; pero ni siquiera nosotros las tenemos.
En ese momento, María entró en la habitación:
--¿Quieres quedarte a cenar?--preguntó con una voz de lo más  dulce.
--¿A cenar? ¿Qué hora es?
--Las nueve y media.
--Noo!! Llego tardísimo a casa.
--No te preocupes, yo te acerco.
--Os acompaño.--dijo Lucas rápidamente. María le contestó con una mirada divertida.
María pidió a Elena que terminase la cena. Durante el trayecto, hablamos sobre todo de música, deportes, películas.....; pero sobre todo reímos, y lo más curioso era el tono extremadamente dulce de María.
Cuando por fin llegamos, ella se dirigió a mí en un tono más serio:
--No puedes contarle a nadie dónde has pasado la tarde. Promételo.
--Lo prometo.--Hubo un breve silencio algo incómodo-- Debo irme.
--Hasta pronto. Volverás no?--dijo Lucas, casi en un susurro.
--Por supuesto. :)
Bajé del coche y corrí hacia casa; pero justo antes de abrir la puerta sonreír al coche, que ya se alejaba.
Mientras pensaba una escusa, en mi interior sabía que nada volvería a ser lo mismo.

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